El budismo es una de las religiones más grandes del mundo, pero también podría considerarse una filosofía práctica. No necesitas convertirte a una nueva religión o hacer promesas de ningún tipo, solo necesitas aprender las enseñanzas básicas del Buda, te sorprenderá lo prácticas que son. El Buda es la imagen misma de la calma y la contemplación. Y es esta imagen de un ser humano tranquilo y contemplativo que ha atraído a muchas personas al Buda, durante siglos en Asia y, por supuesto, en nuestro propio entorno actual. ¿Quieres paz y tranquilidad en tu vida? Entonces sigue leyendo.

El Buda intentó resolver un problema que afecta a todos los seres humanos, el problema del sufrimiento. ¿Por qué sufrimos? ¿Cómo podemos superar ese dolor y sufrimiento que inexorablemente estará presente en algún momento de nuestra vida? El Buda dijo que encontró la solución. Y no necesitas creer ciegamente en él, puedes probar sus enseñanzas en tu propia experiencia. El budismo no te pide que tengas una fe ciega en las enseñanzas de los demás, te enseña a buscar la sabiduría y la verdad por tu cuenta.

El Buda dijo que todo en nuestra vida causa sufrimiento. ¿Cómo es posible? Todo está sufriendo de una o más de tres maneras. El primer tipo de sufrimiento es el sufrimiento obvio en situaciones donde las cosas le causan dolor físico o mental. El segundo tipo se debe a transformación o cambio. Esto significa que incluso las cosas más placenteras pueden causarle sufrimiento cuando comienzan a cambiar y desaparecer. Todos sabemos que esto es cierto. El apego que tienes en un objeto te causa sufrimiento cuando comienza a escaparse de ti.

El tercer tipo de sufrimiento es el más difícil de entender. Es un dolor causado por una ilusión sobre la naturaleza de un objeto, o incluso sobre la naturaleza del yo. Este tercer tipo de sufrimiento nos lleva a una de las enseñanzas centrales del Buda, la doctrina del no-yo.

El Buda dijo que nada tiene un yo. La forma más fácil de entrar en este concepto es entender que los budistas afirman que las cosas no tienen una identidad permanente que mienta de un momento a otro. Decir que hay un yo aquí es un cierto tipo de construcción ilusoria que puede causarnos dolor en ciertos tipos de situaciones. Si nos aferramos a nuestra personalidad sufriremos. Todo pasará Si llegamos a comprender esto, viviremos una vida pacífica y tranquila.

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