Las personas que usan drogas para hacer frente a la vida lo hacen por lo que les hacen las drogas. La mayoría de los drogadictos han experimentado dolor por algo que les sucedió en el pasado y las drogas, por un corto tiempo, han hecho que ese dolor desaparezca. Una vez que se dan cuenta de que las drogas realmente los hacen sentir mejor es cuando comienza a ocurrir el abuso.
La mayoría de las drogas hacen un gran trabajo al quitar la realidad de la mente del usuario. Se sienten libres una vez que las drogas comienzan a funcionar. No les importa el pasado ni nada del dolor que los ha perseguido y se sienten invencibles viviendo en el momento. El único problema es que cada vez que el adicto consume la droga, necesita hacer aún más para llegar a la misma sensación.
Lo que los drogadictos no entienden es que las drogas no le quitan el problema, solo lo agregan. La realidad de la vida nunca desaparece, solo está enmascarada y distorsionada debido al efecto que tienen las drogas. Para superar esta vida llena de dolor y dolor no es ir a las drogas por alivio, sino lidiar con la vida de frente. Y esto es lo que los lugares de rehabilitación de drogas hacen tan bien.
Los centros de rehabilitación de drogas están allí para ayudar al adicto a superar su adicción física a la droga o las drogas. Luego confinan al individuo para que aprenda que las drogas no son, de hecho, su mejor escape, sino solo una liberación temporal que agrava su propia situación para lo peor. El verdadero alivio del dolor que los atormenta es ver el pasado por lo que realmente es, algo que sucedió antes y ahora está fuera del control de todos. Una vez que se dan cuenta de que no pueden cambiar algo que ha sucedido, pueden aprender a vivir la vida a partir de este momento.
El objetivo de los centros de rehabilitación de drogas es educar al adicto acerca de su enfermedad para que pueda entender cómo controlar su mente y eventualmente aprender a vivir una vida productiva. Esperan inculcarles la confianza de que cualquier objetivo que se propongan alcanzar se puede lograr sin importar cuál sea su situación o de dónde provienen.
Las drogas escapan feamente de la realidad, lo que le da al usuario una sensación invencible durante un corto período de tiempo. Los drogadictos también pueden cambiar, pero primero tienen que conocer su situación y luego quieren hacer el cambio.
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