La marihuana ha tenido una mala reputación a lo largo de las décadas como una droga nociva de la que todos deben mantenerse alejados. Pero en los últimos años, el concepto de los beneficios medicinales del cannabis se ha convertido en un tema candente. Se habla de cómo la planta de marihuana y el aceite de sus semillas pueden ayudar en una variedad de dolencias, como la artritis, el glaucoma y la enfermedad de Parkinson. Pero lo que es aún más emocionante es que el aceite de cannabis podría ser un tratamiento alternativo para pacientes con cáncer.

La historia de la marihuana medicinal

Este es un término reciente que se ha acuñado para el uso médico de la marihuana, pero la idea de usarla para este propósito no es tan nueva. Durante miles de años, la gente ha cultivado esta planta. Hay un hombre y una mujer, la mujer es la que se conoce como marihuana. Hay mucha evidencia que sugiere el uso de marihuana en los días antiguos. Por ejemplo, se encontraron más de dos libras de cannabis dentro de una tumba chamán de 2.700 años en Asia Central.

Muchas culturas diferentes tienen propósitos para la planta de marihuana, todas relacionadas con algún tipo de terapia o medicina.

La planta está prohibida

No fue sino hasta 1939 cuando el Congreso aprobó una ley que prohíbe a los estadounidenses usar cannabis con fines terapéuticos o recreativos. Luego, en 1970, la planta se clasificó oficialmente como una sustancia controlada. Debido a esto, tanto la comunidad médica naturopática como la convencional no pudieron considerar su uso.

Pero ahora que los estados están legalizando el uso médico del cannabis, se puede hacer más experimentación. Y hasta ahora, hemos descubierto que el aceite de cannabis hace maravillas en la lucha contra las células cancerosas. Es un tratamiento alternativo contra el cáncer al que los pacientes podrían tener acceso.

Mary Jane vs The Big C

Larga historia corta, la THS en el aceite de cannabis se conecta a la CB2 y CB1 receptores cannabinoides dentro de las células cancerosas. Esto conduce a una afluencia de ceramida síntesis, que hace que las células cancerosas mueran. Lo mejor de esto es que, a diferencia de la quimioterapia, el aceite de cannabis solo afecta negativamente a las células cancerosas, no a las células sanas. Las células normales no producen ceramida cuando expuesto a THC, por lo que no se toca. Los químicos citotóxicos no son lo que hace que las células cancerosas mueran, es el pequeño cambio en las mitocondrias, que actúa como la fuente de energía para las células.

Los pacientes deben consultar con un médico naturista sobre servicios como el tratamiento alternativo contra el cáncer, la terapia de reemplazo hormonal y la terapia con ozono.