Las zapatillas de voleibol tienen un conjunto específico de características que aseguran que funcionen al mejor nivel posible en una cancha de voleibol. Sin embargo, lo que esto significa es que no son tan buenos fuera de la cancha. Lo principal que hace que usar zapatos de voleibol fuera de la cancha sea una mala idea es la suela del zapato. Si lo observa detenidamente, notará que la suela está hecha de goma muy, muy suave. Esto es lo que ayuda al zapato a lograr un buen agarre en superficies lisas. Si imagina correr papel de lija por la suela, ¡puede comenzar a comprender lo que el concreto y otras superficies ásperas le hacen a sus zapatos!

Mucha gente los usa para salir rápidamente a tomar una copa o hacer viajes cortos, pero para cualquier cosa que no sea eso, debes ponerte otro par de zapatos. Estos zapatos son muy fáciles de dañar, y si se mueve rápidamente sobre concreto, betún u otras superficies rugosas, desgastará la suela muy rápidamente. Cuando pagas más de cien dólares por par por algunos de estos, ¡debes asegurarte de que duren!

Tenga especial cuidado de no practicar otros deportes en superficies ásperas con ellos, ya que ejerce mucha presión sobre las suelas. Una vez que las suelas se hayan desgastado, los zapatos tendrán poca capacidad de absorción de impactos y tampoco se agarrarán a la cancha. Toda la razón detrás de la compra de zapatillas de voleibol es para un buen soporte, agarre y absorción de golpes, por lo que efectivamente está tirando dinero por la ventana si los usa en concreto.