El liderazgo es algo que todos los equipos necesitan para tener éxito, pero no siempre es algo fácilmente definido o desarrollado. No podemos decir hacer esto y hacer eso y serás un gran líder para tu equipo de voleibol. Sin embargo, aquí hay algunos consejos para ayudarlo a avanzar en esa dirección.

Consejo # 1: Sé un jugador modelo

Un líder no necesita ser el mejor jugador de un equipo, pero sí debe representar sus ideales. Esto se trata principalmente de actitud y esfuerzo. Los líderes llegan a tiempo y siguen las reglas del equipo, escritas y no escritas. Trabajan al menos tan duro como todos los demás. No se quejan ni se quejan, sino que continúan con lo que hay que hacer. Los líderes no ponen excusas. También respetan al entrenador (es) y a todos los demás asociados con el equipo. Podría seguir, pero creo que probablemente se te ocurra la idea.

Todo esto puede sonar como algo que no forma parte del liderazgo en la cancha, pero que no podría estar más lejos de la realidad. Es la base de ser la persona que los otros jugadores buscan cuando es el momento de la competencia. Un líder no solo aparece el día del partido y hace que todos lo sigan. Se ganan ese derecho por lo que hacen en el entrenamiento, en las reuniones, durante el trabajo de fuerza y ​​acondicionamiento, básicamente en todas las facetas de ser parte del equipo.

Consejo # 2: Comunícate

No se necesita una voz alta y un flujo constante de charla para ser un buen líder, pero se necesita la capacidad de comunicarse con sus compañeros de equipo. Hablar es el ejemplo más obvio de esto, y todos los líderes deben poder hablar en el momento correcto y de la manera correcta para las circunstancias. Sin embargo, la comunicación también puede venir de una mirada, una palmada en la espalda o un gesto. Se trata de estar conectado con compañeros de equipo y asegurarse de que todos estén en la misma página.

Consejo # 3: Pon al equipo primero

No puedes ser un buen líder de equipo y una prima donna al mismo tiempo. Un líder fuerte se centra en los objetivos del equipo, no en los suyos. Incluso si son el mejor jugador, un líder mantiene el enfoque en el equipo, no en su propio desempeño. No dejan que su propio éxito o fracaso afecte individualmente la forma en que interactúan con sus compañeros de equipo, sabiendo que es el éxito del equipo lo que es importante al final del día. Esta es quizás la parte más difícil del liderazgo en la cancha, ya que todos tendemos a quedar atrapados en cómo jugamos, especialmente si estamos luchando. Un buen capitán deja eso de lado por el bien del equipo.

Piensa en la palabra respeto y en cómo alguien la gana. Eso lo llevará a un largo camino hacia la comprensión de lo que necesita hacer para ser un buen líder en la cancha para su equipo de voleibol. El liderazgo comienza con respeto. Todo lo demás se construye a partir de ahí.