¿Sabes qué tiene de bueno el comercio internacional y los negocios internacionales? Podemos ayudar a unir a las naciones y mantener la paz en el mundo. Si podemos hacer negocios con otras naciones sin importar su nacionalidad o religión, o incluso su metodología socioeconómica, entonces todos podemos ser amigos y hacer negocios. Estas relaciones comerciales duraderas que establecemos con nuestros amigos, proveedores y socios internacionales ayudan a acercar el mundo. Bien, vamos a hablar de esto por un segundo, ¿de acuerdo?

Usted ve, a menudo los líderes políticos egocéntricos obstinados de varias naciones tienen dificultades para llevarse bien entre ellos. Si no fuera por la comunidad empresarial que ayuda a suavizar las cosas y evitar que estos políticos y líderes se vuelvan locos, ciertamente habría más guerras mundiales. Nada une más a las naciones que el comercio internacional, si no es un esfuerzo forzado, ya que las personas comercian y hacen negocios entre sí por su propia voluntad. Si alguien puede comprar algo por un precio más barato en otro país, puede pedirlo y se lo envían. Si una de las partes no paga sus facturas, o si el envío tiene partes defectuosas, la relación comercial a menudo termina.

Sin embargo, cuando las cosas van bien, se alcanza un respeto mutuo, un elemento de confianza. Pero esos fideicomisos nunca podrían haberse ganado, ni ese respeto jamás se habría logrado sin la transacción, sin correr el riesgo y sin hacer negocios. Creo firmemente que debemos hacer negocios con todas las naciones del mundo siempre que tengan algo que vendernos o que deseen comprar algo que producimos. Deberíamos producir aquellas cosas para las que somos buenos, y deberíamos comprar aquellas cosas para las que no podemos producir también o para las que no tenemos los recursos naturales.

Parece que deberíamos discutir menos en el escenario abierto de la política internacional, ya sea que el micrófono esté encendido o apagado, y deberíamos estar haciendo más negocios y alentando la participación en el libre mercado en todo el mundo. No permitamos que nuestros líderes ególatras de ningún país destruyan la buena voluntad que se genera a través del comercio internacional, porque nada acercará este mundo ni lo mantendrá unido por más tiempo que las empresas que hacen negocios por su propia voluntad en todo el mundo.

Espero que considere todo esto sobre una base filosófica, olvide sus nociones preconcebidas, percepciones o animosidad con las de una nacionalidad, región, país, continente o religión diferentes y simplemente acepte hacer negocios cuando y donde tenga sentido, deje que la confianza y el respeto se construyen por sí solos, no lo fuercen, y creo que verán lo que digo. Piensa en ello.