La inflamación crónica está a la vanguardia de la investigación médica, con investigadores que intentan comprender no solo qué causa la afección sino también cómo se puede prevenir.

La inflamación es la respuesta de los tejidos vasculares a los estímulos nocivos. En el caso de resistencia a la insulina, síndrome metabólico (síndrome X), pre-diabetes y PCOS (síndrome de ovario poliquístico), este estímulo dañino es la insulina.

Los niveles prolongados de insulina elevada contribuyen a la inflamación. Si no se controla, este tipo de inflamación puede provocar aterosclerosis y contribuir a la resistencia a la insulina: el desequilibrio de la glucosa y la insulina en la sangre. El PCOS se ha caracterizado como un estado inflamatorio de bajo grado, que se puede evaluar midiendo la PCR (proteína C reactiva).

CRP es un análisis de sangre que ayuda a determinar el nivel de inflamación en los vasos sanguíneos. Cuanto mayor sea la lectura de la PCR, mayor será la inflamación y mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Además, las mujeres con PCOS tienen niveles más altos de PCR que las mujeres sin PCOS, ya sean delgadas o con sobrepeso.

Los niveles elevados de PCR también están fuertemente vinculados con el síndrome metabólico, un grupo de factores de riesgo incrementados para enfermedades cardiovasculares que pueden conducir a un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.

La forma de reducir la inflamación y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares es restringir la exposición a la insulina a través de una dieta alta en proteínas magras, grasas buenas y carbohidratos buenos de vegetales, además de algunas frutas. Además, existen numerosos ingredientes nutracéuticos que moderan la inflamación, como los ácidos grasos omega 3, antioxidantes y minerales. No olvide que el ejercicio produce un impacto positivo y duradero en los procesos inflamatorios del cuerpo.