La fotografía Sumi-e es fotografía al estilo de los pintores japoneses de pinceles de tinta, no solo en los colores y texturas, sino también en el tema. No se utilizan filtros ni manipulación digital. Más bien, la luz natural se captura desde ciertos ángulos con una apertura y velocidad de obturación específicas para crear un efecto que se encuentra entre una pintura y una foto. Los fondos emulan washi, o papel japonés hecho a mano, y se deja ‘espacio vacío’ para la caligrafía.

A medida que las fotos se imprimen en un medio apropiado (papel de acuarela, lienzo), la caligrafía se puede pintar directamente sobre las fotos: cada impresión conserva su carácter individual.

Similar a los maestros de la forma de arte tradicional, requiere dedicación, pasión, concentración y, sobre todo, claridad de la mente y el corazón para encontrar la verdad y el amor en el nuevo arte.

La historia de Sumi-e

El estilo tradicional de la pintura con tinta en Japón tiene una historia rica y vívida que se extiende durante siglos. El estilo “sumi-e” fue introducido en Japón a mediados del siglo XIV por los misioneros coreanos. Formados en el arte de la concentración, la claridad y la simplicidad, los primeros practicantes de Sumi-e fueron los monjes altamente disciplinados. Los maestros se dedicaron a la forma de arte a través de años de reflexión y disciplina estricta. En la preparación harían tinta al moler una barra de tinta sólida (formada a partir del hollín de las ramas de pino) en piedra y mezclarla con agua. Al cargar el pincel (fude) compusieron poemas, historias y personajes en fuentes manuscritas únicas en el delicado papel de arroz o pergamino de seda.

Los maestros prominentes del estilo son Sesshu Toyo, Tensho Shubun y Josetsu.