A lo largo de la historia, el arte cubano ha sido influenciado por la rica historia de la isla y se puede dividir en varios períodos distintivos.

No hay mucha evidencia del arte precolonial cubano. Un puñado de pinturas rupestres que han sobrevivido hasta el día de hoy no nos dan mucha información sobre las expresiones artísticas de los indios taínos, los primeros habitantes de Cuba.

En el período anterior del dominio colonial, especialmente en los siglos XV y XVI, casi no se creó arte en la isla, en cambio, pinturas y otros objetos decorativos que adornan iglesias y palacios de los españoles ricos fueron traídos de España y otros países europeos. Los primeros artistas cubanos adoptaron el estilo español y no fue hasta el siglo XIX que comenzó a surgir un estilo cubano distintivo. Los líderes de este nuevo movimiento fueron José Nicolás de la Escalera y Vincente Escobar, ambos autodidactas.

El estilo neoclásico de las escuelas italiana y francesa fue presentado por el artista francés Jean Baptiste Vermay, quien, en 1818, abrió la primera escuela de arte en Cuba: Escuela de Pintura y Escultura de San Alejandro. El pintor más aclamado en la segunda mitad del siglo XIX fue Esteban Chartrand, quien creó hermosos paisajes para los terratenientes ricos.

A principios del siglo XX, los pintores cubanos fueron influenciados por la vanguardia europea y muchos viajaron a Europa para sumergirse en la vibrante escena artística europea. Algunos de los artistas más talentosos de este período, que adoptaron estilos postimpresionistas, crearon arte utilizando temas cubanos reconocibles: agricultores locales, mulatos y exuberantes paisajes tropicales. Uno de los pintores más talentosos de este período fue Víctor Manuel García, que recibió una gran influencia de Gauguin. Su contemporáneo, Wilfredo Lam, el pintor más famoso de Cuba, fue influenciado principalmente por el surrealismo de Picasso, pero al mismo tiempo, abrazó su herencia afrocubana en el arte intemporal y mágico que creó.

En la década de 1970, comenzó a surgir una nueva generación de artistas. Los nuevos tiempos trajeron nuevos medios: serigrafía, bocetos y artes gráficas. Algunos artistas abrazaron el arte pop, algunos pintaron en un estilo de primitivismo deliberado y otros crearon paisajes fotorrealistas. El grupo de los artistas más notables de este período incluye a Roberto Fabelo, Pedro Pablo Oliva, Zaida del Río, Nelson Domínguez y Eduardo Roca.

En los años 80, el arte cubano comenzó a abrirse al mundo y se exhibieron muchos artistas en América del Norte y Europa. La primera Bienal de Arte de La Habana se celebró en 1984 y hasta la fecha sigue siendo una de las exhibiciones más importantes del arte latinoamericano.

La escena del arte contemporáneo cubano es más vibrante y viva que nunca con muchos artistas talentosos que aún no han sido descubiertos por una audiencia mundial.