La tauromaquia para muchos, si no para todos los españoles, es un arte delicado. Esta antigua tradición llamada Los toros (que significa toros) es un ritual que es todo menos un deporte. Aunque tendrá dificultades para comprender todo el esplendor y la complejidad de una corrida de toros, sigue siendo una experiencia extraordinaria que debería intentar experimentar al menos una vez durante su vida. Cada año hay alrededor de 17 000 corridas de toros durante las cuales la población española gasta más de $ 1 mil millones.

La temporada taurina se extiende de marzo a octubre de cada año y es extremadamente popular en Andalucía y Madrid. Después de practicarse desde la Edad Media, donde se desataron las corridas de toros en las plazas de las ciudades, las corridas de toros representan la obsesión de España con la mortalidad y su fascinación cada vez mayor por la sangre y la violencia. Los Matadores también son vistos como celebridades nacionales, lo cual no es sorprendente dada la popularidad de este evento histórico.

Durante una corrida de toros, hay tres etapas. Cuando se deja entrar al toro en el ruedo, el Matador evalúa a su oponente y lo convence con una gran capa de color rosa oscuro. Durante la primera etapa, los jinetes también conocidos como picadores usan lanzas largas y afiladas para debilitar los hombros del toro para que su cabeza finalmente caiga, lo que lo convierte en una muerte más fácil para el Matador.

Durante la segunda etapa, los asistentes a caballo llamados bandilleros hunden coloridos pares de dardos en el toro, lo que lo debilita aún más para el matador. Honestamente, esto está lejos de ser una pelea justa. En la etapa final, el matador mostrará pases al toro con una capa roja vívida llamada muleta junto con un coro de ole. Escuchará esto resonando en todo el ring mientras el Matador trabaja hasta la muerte. Finalmente, llegará el momento de la verdad por el cual el Matador hundirá su espada entre los hombros del toro. Si tiene éxito, la lanza se dirigirá directamente al corazón, por lo que la bestia caerá muerta de inmediato. Si un matador recibe el honor de una matanza impresionante, se ganará el derecho de mantener la cola o la oreja del animal sacrificado.

Las corridas de toros no son para todos. Se remonta a la antigüedad y está profundamente enrutado en la cultura dinámica de España. Para esta nación vibrante, representa honor, pero los turistas podrían verlo como una matanza sin sentido y una agonía prolongada infligida a un animal indefenso por diversión.