Elegir dónde se educará a su hijo es probablemente una de las decisiones más difíciles que tomará en su vida. Los niños son impresionables. Entonces, ¿cómo debería hacer para darle a su hijo las mejores impresiones y la atmósfera que informará su percepción de sí mismo? Para ayudarlo a analizar todos los diferentes pensamientos que existen, aquí hay algunas cosas que debe considerar antes de firmar esos documentos de inscripción.

Educación cristiana

Una escuela cristiana es una instalación que fomenta el desarrollo del carácter y la excelencia académica en sus estudiantes. La educación moral involucra asuntos del corazón, la mente y actúa como la base del carácter de su hijo. Una buena escuela cristiana es aquella que presta atención a formar un corazón disciplinado y consciente de sí mismo, así como a aprender a leer. Si la escuela que está considerando carece en estas áreas, debe hacer preguntas difíciles o buscar una instalación completamente diferente.

La educación cristiana a menudo se basa en principios de la Biblia. Sin embargo, no todas las escuelas son iguales. Al decidir qué escuela será la opción correcta para su hijo, preste atención a los detalles. Encuentre la declaración de la misión y comprenda a fondo las metas que la escuela busca lograr. Forme una relación con los maestros y los miembros del personal. Estas personas serán los ejemplos de los que su hijo aprenderá. Cuando visite una escuela cristiana potencial, escuche más de lo que hable; esto le dará una idea del cuidado que recibirá su hijo.

¿Cuándo debe comenzar mi hijo al jardín de infantes?

El Centro Nacional de Estadísticas de Educación encontró datos concluyentes sobre este tema. A juzgar por en qué se basan las estadísticas, es probable que nunca sea concluyente. Esta fluctuación se debe principalmente a que los padres toman decisiones basadas en lo que es popular. Dado que el voto popular cambia, esto puede dejar a un padre responsable rascándose la cabeza. Para evitar sentirse abrumado, aquí hay dos hechos y preguntas clave que debe hacerse:

1. ¿Cuál es la madurez cognitiva y social de mi hijo?

Debería preguntarse qué tan rápido hace amigos su hijo y con qué facilidad interactúa con los demás, tanto con sus compañeros como con sus familiares. Además, ¿qué pasa con el desarrollo cognitivo? ¿Su hijo tiene problemas para aprender nuevos conceptos y tareas que encontrará en el jardín de infantes? Si no puede responder fácilmente, puede que valga la pena una evaluación.

2. Si empiezo con mi hijo ahora, ¿cómo será su vida de 7º, 8º y 9º grado?

Debes prestar atención a la comunidad que te rodea. Si los padres en su área envían a sus hijos a los cuatro años y usted decide dejar que el suyo madure un año más, ¿se sentirán fuera de lugar como el único niño de 13 años en octavo grado? El Centro Nacional de Estadísticas de Educación muestra que los niños que son retenidos por estas razones terminan adquiriendo habilidades más rápido una vez que comienzan, por lo tanto, se vuelven lectores más fuertes y estudiantes de noveno y décimo grado académicamente más astutos cuando todo está dicho y hecho.

Como buen entrenador, usted conoce mejor a su hijo. Haga su debida diligencia y escuche sus instintos.