¿Le molesta que su hijo se queje constantemente de que tiene demasiada tarea? ¿Le preocupa que su enorme carga de trabajo pueda abrumar a su hijo? ¿No sabe cómo responder a sus quejas y gritos de ayuda? Resulta que esta queja no es nada nuevo.

A fines de la década de 1990, trajeron numerosas historias sobre estudiantes y padres cuyas vidas familiares fueron destruidas por la abrumadora cantidad de tareas que recibieron los estudiantes. Algunos incluso argumentaron que causó daño psicológico. Las historias, aunque carecen de pruebas contundentes, se publicaron en muchas publicaciones respetadas. Se inició un debate nacional sobre si los estudiantes tienen demasiada tarea o no. Las escuelas crearon políticas de tarea, los padres protestaron, los estudiantes se confundieron sobre el verdadero valor de la tarea.

Entre todo el drama, la gente nunca se dio cuenta de que los artículos carecían claramente de hechos. Un informe del Centro Brown sobre Política Educativa en 2003 puso fin a la idea de que los estudiantes estadounidenses se estaban ahogando bajo montones de tarea y declaró que sus resultados informaban lo contrario. El informe indicó que los estudiantes estadounidenses no pasan suficiente tiempo haciendo la tarea.

Los estudiantes promedio desde el jardín de infantes hasta la escuela secundaria no pasan más de una hora al día haciendo la tarea. El informe concluyó que la carga de tareas para el estudiante promedio no ha aumentado desde la década de 1980. Finalmente, el informe indicó que la mayoría de los padres están satisfechos con la cantidad de tarea que reciben sus hijos. De hecho, si los padres no estaban satisfechos con la cantidad de tarea de sus estudiantes, se debía al hecho de que no tenían suficiente.

Los administradores escolares y los padres pueden descansar tranquilos. Los estudiantes en general no tienen demasiada tarea. Los maestros deben enfocarse en darles a los estudiantes la tarea suficiente para desafiarlos, pero no lo suficiente como para abrumarlos.

Los padres pueden ayudar a sus hijos enseñándoles buenas habilidades de organización y priorización. La tarea debe organizarse de manera ordenada en una carpeta o carpeta fácilmente accesible para el alumno. Mantener un planificador realmente ayuda a los estudiantes a realizar un seguimiento de todas sus tareas y exámenes. La dilación de último minuto termina con la revisión periódica de un planificador. Asegúrese de que sus alumnos hagan de la tarea una prioridad al llegar a casa. Algunos padres incluso pueden tener que quitar los juguetes y los videojuegos hasta que se haga la tarea para asegurarse de que se complete.

Con las habilidades adecuadas, los estudiantes pueden prosperar en la escuela. En lugar de preocuparse por la cantidad de tarea que recibe su hijo, descubra cómo puede ayudar a garantizar que se termine.