La primera infancia generalmente abarca los primeros ocho años en la vida de un individuo. La educación impartida durante estos años de la vida de un niño juega un papel muy importante y ayuda al desarrollo adecuado de los niños. La educación de la primera infancia se puede denominar fundamentalmente como “Aprendizaje a través del juego”. Investigaciones recientes han demostrado que los primeros ocho años en la vida de cualquier niño son un momento crucial porque durante esta fase su cerebro se desarrolla y gran parte de su “cableado” se establece. Las experiencias y relaciones educativas que un niño tiene junto con la nutrición pueden afectar enormemente el crecimiento mental del niño. Si bien una buena educación en la primera infancia ayuda al cerebro a desarrollarse de manera saludable, la educación inadecuada o el estudio sin jugar, por otro lado, pueden afectar el desarrollo del cerebro de manera diferente. Entonces, las experiencias y el aprendizaje de un niño en los primeros años pueden apoyarlo en toda su vida.

Estudios recientes de educación de la primera infancia incluso han mostrado un notable éxito. Los efectos resultantes sobre la motivación del niño y el poder de aprendizaje duran mucho tiempo. Hoy en día, donde la educación se ha convertido en un papel muy importante en una sociedad, no es correcto posponer la inversión en educación infantil hasta que se conviertan en adultos, ni esperar hasta que alcancen la edad escolar. De hecho, la primera infancia es una fase vital de la vida en términos del desarrollo intelectual, emocional y social de un niño. Además de esto, el punto más importante a saber es que el crecimiento de las habilidades mentales está en una tasa asombrosa y una alta proporción de aprendizaje tiene lugar durante este período.

Es muy importante que cada padre entienda que un niño pasa los primeros ocho años en la realización de su propia identidad. Estos son años cruciales en los que los niños adquieren un sentido de identidad y aprenden a asociarse con las personas que los rodean. Desarrollan una comprensión y un comportamiento en cierta medida. Por esta razón, se sugiere que la educación de la primera infancia durante estos años debería centrarse más en enseñar a los niños sobre el mundo que los rodea a través del juego y establecer los vínculos. Además, muchos expertos en desarrollo infantil también están de acuerdo en que el juego es muy importante en el aprendizaje y el desarrollo emocional de los niños. Una obra de teatro puede ser multifacética y a menudo ayuda a educar diferentes habilidades en los niños. Además de esto, la educación a través del juego también les ayuda a aprender habilidades sociales y desarrollar valores y ética.

Ciertamente, hoy no será un error decir que la educación de la primera infancia es el elemento clave que ayuda a construir una base divina para el éxito educativo de los niños. Todos los niños aprenden patrones de hábitos y formas que no se cambian fácilmente en los últimos años. Si los padres y los educadores pueden desarrollar patrones productivos de educación temprana para los niños a su cargo, esos niños estarán en camino de lograr un gran éxito educativo. La falta de interacción de los padres durante la primera infancia puede afectar negativamente el desarrollo de un niño. En última instancia, es la responsabilidad igual de los padres y tutores asegurar que los niños tengan una buena educación de la primera infancia que pueda ayudarlos a desarrollar sus personalidades.