A los profesionales y médicos de la psicología escolar a menudo se les pide que completen evaluaciones de equipos múltiples para niños de la primera infancia y prejardín de infantes. A continuación, presentamos cuatro consejos que pueden ayudar a los profesionales involucrados en evaluaciones de la primera infancia de varios equipos.

Consejo uno: una evaluación de varios equipos puede adoptar muchas formas. Algunos distritos escolares hacen que el niño vaya a diferentes consultorios médicos y el psicólogo de la escuela, el terapeuta del habla, la enfermera de la escuela, el maestro de educación especial, el maestro de educación general y otros profesionales, si es necesario, lo examinan o entrevista individualmente (como el terapeuta ocupacional, el fisioterapeuta). terapeuta o especialista en visión y audición). Luego, los médicos se consultan entre sí después de que la familia abandona las oficinas de evaluación. Otros distritos escolares pueden utilizar un sistema de evaluación más basado en el juego en el que el niño está jugando con otros niños y todos los médicos están observando al niño al mismo tiempo. Los médicos pueden compartir información rápidamente y tomar decisiones sobre si el niño continúa en la evaluación y no necesita más evaluaciones, un evaluador o una evaluación completa.

Consejo dos: busque ayuda externa si es necesario. Algunos médicos solo necesitan más información de la que obtienen de una evaluación única. Puede ser necesario obtener el consentimiento de los padres para comunicarse con agencias u organizaciones externas. Esto puede incluir obtener información médica adicional, comunicarse con los programas preescolares o de cuidado diurno al que asiste el niño y con las agencias de servicios sociales o de cuidado de crianza temporal para tener una mejor idea del niño. Puede ser necesario que los psicólogos escolares y los médicos realicen observaciones adicionales del niño a medida que interactúa con compañeros de la misma edad en el preescolar. Esta asistencia externa puede ayudar a obtener una imagen más amplia de cómo se ve el niño en diferentes entornos y situaciones.

Consejo tres: busque la opinión de los padres o tutores en la evaluación de varios equipos. Los padres o tutores a menudo conocen mejor a sus hijos pequeños, por lo que tiene sentido recopilar tanta información como sea posible de los padres y cuidadores. Es importante señalar que los tutores también pueden tener diferentes perspectivas sobre el niño. El médico o el psicólogo escolar pueden encontrar factores similares a los que informa un padre o tutor, pero el médico también puede notar diferencias al informar los resultados. Es posible que los padres o tutores no vean al niño de la misma manera, por lo que los médicos pueden tener que compartir algunas características únicas o pasadas por alto que el niño presenta en el proceso de evaluación.

Consejo cuatro: Escriba recomendaciones para reflejar los posibles cambios en el niño. Es posible que los médicos y el psicólogo escolar quieran considerar recomendaciones generales para comprender que el niño puede estar haciendo cambios. A veces, las recomendaciones pueden incluir áreas de la evaluación en las que el niño no fue consistente con la finalización de la tarea. Podría ser que el niño necesite más práctica para dominar completamente una tarea o necesite que se repitan las instrucciones para comprender completamente cómo realizar una actividad. También puede haber inconsistencias en las características que presenta el niño, como un contacto visual limitado, que puede necesitar ser monitoreado u observado más a medida que el niño asiste al preescolar o participa en actividades de juego.