En los últimos años ha habido un impulso renovado para ver la enseñanza de idiomas extranjeros en la escuela primaria, con ministros y profesionales de la educación que defienden la necesidad de ampliar la oferta. Esto se debe a que el aprendizaje de otro idioma a una edad temprana otorga una amplia gama de beneficios a los estudiantes jóvenes, en términos de su desarrollo cognitivo y conciencia cultural, mientras que el dominio del idioma extranjero se considera una habilidad profesional cada vez más valiosa en el futuro. Pero con muchos maestros, padres y alumnos preocupados por el desafío de aprender otro idioma tan joven, ¿cuáles son los beneficios específicos que han sido identificados por aquellos que creen apasionadamente en su utilidad?

Para empezar, es un hecho ampliamente reconocido que los niños aprenden idiomas con mayor eficacia que los adultos y los niños mayores, ya que tienen una mayor capacidad para absorber vocabulario y conceptos gramaticales nuevos. También se les percibe como más receptivos al aprendizaje de idiomas y poseen un entusiasmo natural del que carecen los niños mayores con hábitos y preferencias arraigadas. El ambiente de la escuela primaria también se considera especialmente adecuado para el proceso de enseñanza de lenguas extranjeras. Debido a que los maestros de primaria tienen la responsabilidad de una sola clase durante todo el año, pueden integrar una enseñanza adicional de idiomas con la enseñanza de otras materias, ayudando a dar forma a un enfoque holístico para el aprendizaje de idiomas. Si bien se reconoce que muchos maestros actualmente carecen de la competencia necesaria para seguir un enfoque tan integrado, no cambia el hecho de que la educación primaria ofrece un entorno de apoyo único para los jóvenes estudiantes de idiomas.

En términos de desarrollo cognitivo, se ha informado que aprender un segundo idioma ayuda a los niños a inhibir el recuerdo de información irrelevante al tiempo que aumenta el enfoque con el que abordan su aprendizaje. Además, algunos estudios han sugerido que sentar las bases del aprendizaje de idiomas a una edad temprana conduce a un aprendizaje más efectivo en el nivel secundario, lo que significa una mayor competencia y comodidad con el idioma. Si bien la evidencia de este efecto no es concluyente, es cierto que la introducción de idiomas adicionales a una edad temprana aumenta la comodidad y la confianza del niño con un segundo idioma, lo que puede ayudar a superar parte de la aprensión experimentada más adelante.

Finalmente, el aprendizaje de idiomas es valioso por su contribución a la conciencia cultural. Aprender otro idioma actúa como una puerta de entrada a una nueva cultura, ayudando a ampliar horizontes y mejorar la receptividad de los niños a nuevas ideas y valores. Este tipo de comprensión transcultural temprana es un atributo importante en el mundo globalizado de hoy. El dominio de un idioma extranjero también es una habilidad valiosa que puede mejorar las perspectivas laborales en el futuro, lo que significa que un comienzo temprano podría ser exactamente el movimiento correcto para ayudar a los niños en su camino hacia el éxito futuro.

En conclusión, es difícil presentar un caso en contra de la enseñanza de idiomas extranjeros en las escuelas primarias. Los beneficios educativos, culturales y económicos son tales que los niños obtendrán ganancias inconmensurables del contacto temprano con una forma diferente de hablar. Si bien la provisión más amplia plantea algunos desafíos, las posibles ganancias hacen que valga la pena perseguir este objetivo.