Giclee es el nombre utilizado para identificar una impresión digital de bellas artes al igual que serigrafía es el nombre de una impresión de serigrafía de bellas artes. Pablo Picasso, uno de los mejores artistas del siglo XX, nunca produjo una impresión giclée, aunque produjo muchas impresiones serigrafiadas. Sus impresiones serigráficas están disponibles desde poco menos de $ 100 hasta $ 7000 más, la diferencia es que las principales impresiones en dólares han sido firmadas a mano por el maestro.
A lo largo de su carrera, Picasso hizo arte en una variedad de disciplinas. Fue pintor, escultor, ceramista y un prolífico grabador que produjo no solo serigrafías, sino también grabados, litografías, heliograbados (grabados fotográficos) y grabados en linóleo. Si hubiera tenido acceso a la tecnología, es una apuesta segura que Picasso habría producido giclees y aquellos que llevan una firma hecha por su mano estarían obteniendo mucho dinero hoy.
A medida que se desarrolla el siglo XXI, cada vez más artistas adoptan la tecnología digital en la producción de su arte. Los pintores ahora crean archivos digitales de su trabajo como registro y producen impresiones giclée. Un número creciente de artistas está usando computadoras para crear su arte. Si desea colgar una de estas obras de artistas digitales en su pared, sin duda será una impresión y si desea que dure más de unos pocos años, será un giclee.
Históricamente, las impresiones se han impreso en ediciones abiertas y cerradas. Las ediciones abiertas se imprimieron en los años 1000 en papel barato, mientras que las ediciones cerradas, más comúnmente conocidas como ediciones limitadas, se imprimen en papeles de arte de alta calidad utilizando métodos que solo pueden producir un número finito de impresiones. El número limitado se debió a que la plancha de impresión era una piedra litográfica, una lámina de linóleo tallado o una plancha de cobre grabada que se degradaba en la medida en que no se podían producir más impresiones decentes o el bolsillo del artista se quedaba sin profundidad.
Con las mejoras en la impresión digital y la introducción asociada de la impresión bajo demanda, la industria de la impresión de bellas artes se ha vuelto loca. La distinción entre ediciones abiertas y cerradas se ha decidido borrosa, si no inexistente. Un número infinito de impresiones en papeles y lienzos de alta calidad con una expectativa de vida que rivaliza, si no supera, con los métodos de impresión tradicionales se puede producir de a una por vez, cuando sea necesario.
Al igual que con los serigrafías de Picasso, las impresiones giclée producidas hoy que serán más que la decoración de la pared son aquellas con la pieza de graffiti en la esquina inferior derecha colocada allí por la mano justa del artista.
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