Existe una fuerte correlación entre los sentimientos de ansiedad, pánico, despersonalización / desrealización y el uso constante de videojuegos. Esta es una deducción basada en una investigación y un estudio exhaustivos y exhaustivos.

Los hechos están ahí y continúan demostrándose. Los médicos ahora creen que los campos electromagnéticos (CEM) provocan ansiedad, despersonalización, desrealización, depresión, ataques de pánico, irritabilidad y una larga lista de enfermedades relacionadas físicamente.

Los campos electromagnéticos (EMF) se encuentran en la iluminación fluorescente conocida como luces fluorescentes compactas (CFL) y tienen un fuerte efecto sobre las emociones. Estos mismos campos electromagnéticos hacen que las glándulas suprarrenales secreten adrenalina y cortisol, dos hormonas relacionadas con la ansiedad y la despersonalización que causan estragos en todas las partes del sistema nervioso central. La exposición a los CEM también crea una disminución de las hormonas cerebrales como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina, que están estrechamente relacionadas con la ansiedad, la despersonalización y la depresión cuando se reducen. Aquellos con incluso una leve ansiedad a menudo han experimentado ataques de pánico después de ingresar a tiendas iluminadas con luces fluorescentes.

Los videojuegos son una exposición doble, que conduce a sentimientos de ansiedad, despersonalización y desrealización. Hay una fuerte señal visual cuando se expone a las computadoras durante períodos prolongados. Este disparador o señal visual es causado por la misma reacción que uno puede experimentar cuando se encuentra bajo una iluminación fluorescente. Una pantalla de computadora o TV generalmente se actualiza a 60 hercios (en los que la pantalla se vuelve a dibujar o se actualiza 60 veces por segundo). Esto crea un efecto de parpadeo, que es una señal visual y puede desencadenar adrenalina y cortisol, lo que resulta en sentimientos intensificados de ansiedad o despersonalización / desrealización. El uso prolongado de los videojuegos es suficiente para provocar esta reacción. El individuo está expuesto a ambos EMF junto con un fuerte disparador visual debido al parpadeo de actualización. Los sentimientos físicos se intensifican por el estrés y la presión asociados con el juego competitivo constante.

Otro aspecto del problema surge cuando el individuo pasa mucho tiempo viviendo virtualmente en lugar de romper el hábito al entrar en la vida a través de la rutina y el horario diario, la nutrición y la actividad. Esto prolonga aún más la despersonalización.

Es importante reconocer todos los lados de esta situación y remediarla siguiendo un camino muy simple pero específico hacia la recuperación.

1- Los EMF (campos electromagnéticos) se encuentran en computadoras, iluminación fluorescente, teléfonos celulares, electrodomésticos y líneas eléctricas. Si uno está en contacto cercano con cualquiera de estos campos que producen productos electrónicos, durante un período prolongado de tiempo, debe reconsiderar sus hábitos.

2- La adicción a los videojuegos es un problema real que debe abordarse, especialmente si se experimentan sentimientos de ansiedad, despersonalización, desrealización y pánico. La mente queda atrapada en la trampa de esta adicción y los síntomas frustran e irritan. El miedo agrava los síntomas y es necesario desaprender estos comportamientos.

3- La despersonalización es un fuerte síntoma de ansiedad y se ve favorecida por habilidades cognitivas conductuales muy específicas, nutrición y un cambio de hábitos. Requiere un sistema de recuperación preciso que debe cumplirse estrictamente para obtener los mejores resultados.

4- El uso de medicamentos suele agravar los síntomas de despersonalización y ansiedad. Uno se trata de hábitos y comportamientos en lugar de enfermedades físicas.

El conocimiento es verdaderamente poder. La comprensión es el primer paso en la recuperación. El único requisito es la disposición de uno a observar los factores desencadenantes de la despersonalización y la disposición a seguir un proceso específico que conduzca a una recuperación completa y permanente.