Hay una serie de juegos de mesa disponibles para el público que centran mucha atención tanto en palabras como en vocabulario. Jugar uno de estos juegos es más fácil para alguien con un gran vocabulario, sí, pero debería recomendarse a cualquiera, ya que se ha demostrado que ayuda a mejorar las habilidades verbales para personas de todas las edades y educaciones. Algunos de los juegos disponibles se centran específicamente en el lado verbal y oral de un buen vocabulario. Cuanto mejor se pueda hablar y enunciar su idioma, mejor se desempeñarán. Otros juegos se centran más en las palabras y el conocimiento de un vocabulario, probando y ayudando a los jugadores con esta área de palabras.

Taboo y Mad Gab son dos juegos que se centran más en el lado hablante de un buen vocabulario. Tabú funciona haciendo que los compañeros de equipo adivinen una palabra específica sin usar una lista de ciertas palabras prohibidas. Estas ciertas palabras se consideran “tabú”. Si un jugador puede pensar en suficientes palabras o términos específicos para usar con el fin de llevar a los compañeros de equipo a la conclusión de la palabra resaltada en cuestión, se ganan puntos. Conocer una gran cantidad de palabras alternativas que pueden comunicar ideas similares es de gran ayuda para cualquier jugador que participe en la ronda. Taboo requiere mucha reflexión rápida para lograr sus objetivos. Mad Gab, por otro lado, enfoca su energía en las habilidades de enunciación. Los jugadores reciben una frase que, en realidad, está escrita fenotéticamente. Sin embargo, descubrir exactamente lo que se lee en la frase puede ser bastante complicado y el jugador que sepa utilizar las habilidades de enunciación, lo mejor será bien en este juego.

Otros juegos, sin embargo, están más interesados ​​en las palabras realmente necesarias para un buen vocabulario. Cuantas más palabras se conozcan, mejor puede hacer un jugador. Speed ​​Scrabble, por ejemplo, es una variante emocionante del clásico juego de Scrabble que permite a los jugadores pensar y actuar rápidamente y al mismo tiempo ofrece la oportunidad de creatividad que los jugadores del clásico han llegado a amar. El concepto detrás del juego es simple y su ejecución es rápida. Los jugadores nunca se ven obligados a esperar a que otro termine su turno y nunca tienen que tratar de ajustar su estrategia porque alguien les robó el lugar que tenían en mente para su próximo turno.

El juego comienza con un conjunto básico de Scrabble. El tablero para el juego se coloca a un lado y se ignora. Las 100 fichas de letras se colocan boca abajo en el centro de la mesa y se barajan. Cada jugador elige al azar 7 fichas y las coloca frente a sí mismas, aún boca abajo. Luego se designa a un jugador como el primer “Go-sayer” y cuando cada jugador esté listo, esta persona gritará: “¡Ve!” Todos los jugadores voltean sus 7 fichas y proceden a usar todas las fichas para formar palabras en forma de crucigrama básico. Deben usarse todas las fichas y todas las palabras deben cruzarse entre sí, tal como se encontraría en un juego clásico de Scrabble, con la excepción de que el jugador construye solo con sus propias palabras. Los jugadores son desafiados con este juego a pensar creativamente, fuera de la caja, construyendo sobre sus propios vocabularios para beneficiarse más que otros jugadores. Sin embargo, todos estos juegos ayudan a fomentar las habilidades verbales en cualquier jugador interesado en aprender.