Planificación de una pintura:

De acuerdo, lo has encontrado: la escena perfecta, la que crees que hará la pintura perfecta. ¿Que sigue? Diferentes escuelas de pensamiento abordan el tema. Algunos artistas van directamente al papel (o al lienzo, por así decirlo) con un pincel en la mano. La espontaneidad del proyecto es lo más importante. Otros harán un boceto detallado, tal vez un pequeño estudio de la escena. Soy una mezcla de ambos. Una vez captado por una idea, haré un boceto, pero solo el más tosco de los bocetos. Las formas están dibujadas de forma tosca, solo para darme una idea de su ubicación. A partir de ahí, procedo a transferir mi idea a mi soporte. A lo largo de los años, he aprendido que si se trata de enmascaramiento, es mejor simplemente dibujar el contorno y completar los detalles más tarde. El enmascaramiento puede eliminar mis líneas de lápiz. Además, existe el riesgo de manchar las líneas.

Un amigo mío que también pinta me recuerda otra lección que aprendí. Querrá ceñirse servilmente a una foto o escena. Si lo que ve no es correcto, busca hasta encontrarlo. Otros artistas me han enseñado el valor de reorganizar las cosas, mover objetos para enmarcarlos, señalarlos, guiar la mirada en una pintura. Intenta hacer eso. Observe cómo se mueve su ojo a través de una escena, lo que nota primero o lo que no nota. Un libro realmente excelente que encontré sobre el tema es el de Barbara Nuss, “14 Forumulas para pintar paisajes fabulosos”. El libro tiene más información sobre el óleo que sobre la acuarela, pero la información es sobresaliente. Verdaderamente un libro para ayudarte a ver.

Otra cosa que debe tener en cuenta acerca de su trabajo en progreso son sus propios sentimientos hacia el tema. Ese es el objetivo, ¿no? Desarrollando tu propio estilo y tu forma de ver el mundo que te rodea. No pierdas de vista lo que te atrajo de la escena al principio. ¿Te gustó la paleta? ¿Desencadenó ciertos recuerdos para ti? Recuerda eso. Si fue el color, querrá tenerlo en cuenta, especialmente si se trata de una ruptura con su esquema habitual. Más de una vez me he dado cuenta de que me decepcionó una pintura solo para recordar que no era tanto la composición como el color lo que me atraía, lo que quería capturar.

Cualquiera que sea el elemento de atracción, no dejes que se detenga una vez que la pintura esté completa. Un título apropiado reforzará este sentimiento.