La dislexia es un proceso complicado que involucra muchos procedimientos y facultades cognitivas diferentes. Antes de que las personas discutan los síndromes específicos de la dislexia adquirida, se revisan brevemente los procesos que median el reconocimiento de palabras y la pronunciación. El sistema visual procesa eficientemente un estímulo complicado que, al menos para un alfabeto similar basado en idiomas, se compone de letras unitarias significativas más pequeñas. En parte el número de palabras, a menudo hay una considerable similitud visual entre las palabras. Además, la posición de las letras dentro de la cadena de letras también es crítica para la identificación de palabras. A la luz de estos factores, quizás no sea sorprendente que la lectura suponga una carga sustancial para el sistema visual y que esos trastornos del procesamiento visual o la atención visual puedan alterar sustancialmente la lectura.

El hecho de que los lectores normales sean tan expertos en el reconocimiento de palabras ha llevado a algunos investigadores a sugerir que las palabras no se procesan como una serie de letras distintas, sino como una entidad única en un “proceso similar” al reconocimiento de objetos. Al menos para lectores normales en condiciones estándar, parece que este no parece ser el caso. Más bien, la lectura normal parece requerir la identificación de letras como símbolos alfabéticos. El apoyo a esta afirmación proviene de demostrar que presentar palabras en una forma desconocida, por ejemplo, alternando el caso de las letras o introduciendo espacios entre palabras no influiría sustancialmente en la velocidad o precisión de la lectura. Estos datos abogan por una etapa de identificación de letras en la que la forma gráfica se transforma en una cadena de caracteres alfabéticos que a veces se denominan “identidades de letras abstractas”.

La identificación de palabras requiere no solo que se identifiquen las letras constituyentes sino también que se procese la secuencia de letras. Existen mecanismos por los cuales la posición de las letras dentro del estímulo se determina y mantiene, no está clara, pero se han propuesto varias cuentas. Una posibilidad es que cada letra esté vinculada a una posición en un “marco” o sobre mundial. Cabe señalar que, en circunstancias normales, las cartas no se procesan de forma estrictamente serial, sino que pueden ser analizadas por el sistema visual en paralelo. Los trastornos de la lectura que resultan del deterioro en el procesamiento del estímulo visual o la falla de esta información visual para acceder al conocimiento almacenado apropiado para una cadena de letras se denominan “disléxicos periféricos” y se discuten en el futuro.

Muchas veces, los estudiantes con esta condición se destacarán en educación física y deportes, ya que confían en otro conjunto de habilidades y se destacan en un área de aprendizaje donde no se requiere lectura. Si un maestro de educación física es consciente de que hay un estudiante disléxico en los juegos de clase, puede crearse que incorpore la lectura y la identificación de letras a través de lecciones de educación física. [http://www.physical-education-lessons.com/]. Los estudios han demostrado que los estudiantes disléxicos que se encuentran en un entorno en el que se sienten cómodos a menudo se destacan en las habilidades del aula en las que pueden no confiar. .